martes, 23 de marzo de 2010

7. Estructura de Oportunidades, EDA

ESTRUCTURA DE OPORTUNIDADES, Activos de los hogares y movilización de activos en Montevideo:
Filgueira

1. INTRODUCCIÓN:

Análisis de las transformaciones en la estructura social uruguaya durante los 90.
El primer componente de la Vulnerabilidad Social refiere a la posesión, de recursos materiales y simbólicos que permiten al individuo desempeñarse en la sociedad, capital financiero, capital humano, experiencia laboral, nivel educativo y atributos de la familia, capital social, participación en redes y capital físico son algunos de esos recursos. El 2do componente, se refiere a la Estructura de Oportunidades, que proviene del mercado, del Estado y de la sociedad. Crisis económicas o crecimiento, recesión, cambio tecnológico son factores que modifican la estructura del mercado e inciden sobre las oportunidades de individuos y hogares. Las desregulaciones en la legislación del mercado de trabajo, así como políticas de empleo, privatizaciones, reducción del sector público y otras políticas de apertura económica, aranceles, tipo de cambio y tributos, son ejemplos de cómo puede variar desde el Estado la Estructura de Oportunidades. Esto es, formatos estatales de Welfare, dirigidos a eliminar las regulaciones en el mercado de empleo, esto arroja resultados sobre la Estructura de Oportunidades de individuos y hogares.
En el plano de las instituciones y de las relaciones sociales, se localiza una 3ra fuente de cambios. Diferentes formas de sociabilidad y asociacionismo como modalidades de acción colectiva, peso de la comunidad y la familia, capital social, redes de interacción, tendencias demográficas, pueden señalarse como una 3ra fuente de alternación de la Estructura de Oportunidades. Por todo esto, se puede afirmar que todas las formas de acción vinculadas a la política deberían ser consideradas parte de la estructura de oportunidades. Por esto, los sindicatos, y los partidos políticos abren canales de posibilidades. La Vulnerabilidad es una manifiesta dificultad de los individuos o de los hogares para sostener posiciones sociales conquistadas. La Vulnerabilidad social es el resultado de la interacción de 2 conjuntos: uno, definido en el nivel macro, relativo a la estructura de oportunidades, y otro, definido a nivel micro, referido a los actores.

2. ESTRUCTURAS DE OPORTUNIDADES:

2.1 La economía de los 90:

2.1.1 Crecimiento económico:

A partir de 1990 comenzó un periodo de recuperación y crecimiento durante el primer quinquenio, sin embargo cayo de manera importante en 1995. La falta de continuidad y la inestabilidad de la economía, se ven expresadas en las frecuentes oscilaciones del crecimiento del PIB. Uruguay suma a la elevada Vulnerabilidad externa de su economía en aspectos ya tradicionales (como el precio del petróleo o su dependencia del desempeño económico de Argentina y Brasil), las nuevas vulnerabilidades asociadas a la globalización de las economías, y las experiencias de construcción de mercados regionales, tales como el efecto tequila, crisis del sudeste asiático, crisis del MERCOSUR, etc.
El crecimiento económico es el principal proceso de tipo macro que incide en la Estructura de Oportunidades, la trayectoria económica del país en los 90; 1. Contribuyó a mejorar, la Estructura de Oportunidades, 2. pero también produjo un elevado grado de inestabilidad

2.1.2 Comportamiento del Salario:

Un creciente control de la inflación unido al incremento del ingreso per cápita, mejoro el salario medio real. El ingreso bruto nacional por habitante creció un 34%, en tanto el salario mínimo tuvo una caída importante. En síntesis, mientras el salario medio real operó como una efectiva apertura de oportunidades, el salario mínimo, al utilizarse como patrón de referencia de algunas de las prestaciones del Estado, lo hizo en el sentido de una contracción de la política pública.

2.1.3 Desigualdad y Distribución del Ingreso:

No existe siempre una clara asociación entre crecimiento del PIB y reducción de la desigualdad. La desigualdad social no puede ser explicada enteramente por variables de naturaleza económica o por el desempeño del mercado. El análisis de la desigualdad del ingreso tiene 2 significados diferentes; 1. El ingreso per cápita del hogar es para conocer las condiciones de bienestar de los individuos, el ingreso per cápita del hogar es un indicador más adecuado que el ingreso individual para captar estas características (bienestar de los individuos). Podemos afirmar que el nivel de bienestar de los individuos depende más de los ingresos de la familia que pertenece que de los ingresos individuales de cada uno de los miembros.
El análisis de la distribución del ingreso a través del ingreso individual (ingreso de la ocupación principal) registra el eventual deterioro o mejoramiento de la distribución atribuible a factores externos a la familia.

2.1.3.1 Ingreso per cápita del hogar:

Uruguay ha sido clasificado como la sociedad con más clase media de la región relativamente. Este perfil lo mantuvo durante la década de los 90.
El Uruguay se movió hacia una distribución menos equitativa, ello parece consistente con; 1- ciertas tendencias del empleo; 2- contracción industrial o desindustrialización; 3- la perdida relativa del empleo público; 4- la generación predominante de nuevos puestos de trabajo liderada por el sector terciario y de servicios, el mayor incremento de la participación en el mercado de trabajo de los quintiles más pobres.

2.1.3.2 Distribución del ingreso según ingresos derivados de la ocupación principal,
Ingreso individual

La tendencia concentradora de la distribución del ingreso, ha pronunciado más el crecimiento de la desigualdad entre los años 1991 y 1998.
Comparación según el ingreso individual, el 20% inferior, los más pobres, ven decrecer su promedio de ingresos en un 25% en el correr de los 7 años, en tanto el decil superior lo incrementa en un 20%.
Si el 40% inferior percibía de promedio el equivalente a un 11% del decil superior en 1991, esta proporción desciende a un 8% en 1998. Este incremento de la desigualdad es mayor que el que se produce cuando se analiza según el ingreso per cápita del hogar, en donde la desigualdad varía solo un punto. Entre otros factores, tal diferencia debería atribuirse al efecto de las estrategias de sobrevivencia de los hogares. El primer decil de la población más pobre, cae a la mitad su promedio de ingresos entre 1991 y 1998.
La brecha entre las ocupaciones tiende a incrementarse, favoreciendo a los sectores ocupacionales con mayor calificación y castigando a los menos favorecidos. El carácter concentrador del nuevo modelo tiende a modificar la Estructura de Oportunidades, generando empleos y salarios que absorben a las altas calificaciones, correspondientes a un número reducido de trabajadores, mientras que excluye o margina a amplios sectores de la población.
Cualquiera sea el criterio que se adopte, indiscutiblemente Uruguay y Argentina fueron sociedades igualitarias dentro del marco regional. En los países de al región, las tendencias concentradoras son una continuidad de las tendencias del pasado.

2.2 Mercado Laboral y Empleo:

Entre las diferentes fuentes de capital, el empleo constituye el principal recurso de los hogares y de los individuos. El nuevo capitalismo globalizado sostenido por un cambio tecnológico, ha modificado las Estructuras de Oportunidades por las crecientes exigencias de competitividad y productividad basadas en el acceso a ocupaciones de alto nivel de calificación. El dilema del mundo contemporáneo, radica en la opción entre, bajo desempleo, con una elevada desigualdad (estrategia seguida por USA), o una distribución más equitativa con alta exclusión y desempleo, como en Europa. En consecuencia pleno empleo con igualdad parece ser una fórmula anticuada.

2.2.1 ¿Qué ha cambiado en el empleo?

Lo que parece haber cambiado es que el empleo se ha vuelto más precario, incierto y heterogéneo. Por efecto de; la precariedad salarial, la ruptura de las antiguas regulaciones, o el retroceso de las actividades productivas industriales y el crecimiento de las actividades de servicios. Esto es una característica general de la región. Tenemos 2 dimensiones interrelacionadas para clasificar las relaciones de trabajo actuales; la 1er dimensión alude a las relaciones contractuales o dependencia económica: dependencia-independencia; la 2da refiere a la forma en que se organiza el trabajo: subordinado o autónomo.
Clasificación de las modalidades de trabajo según las relaciones contractuales y la organización del trabajo:


La celda 1 describe el trabajo típico asalariado (subordinación y dependencia), las transformaciones más importantes que caracterizan este tipo son 2; la creciente precarización, que se expresa en la inestabilidad del empleo y la creciente desvinculación del salario de las instituciones de la seguridad social, como por ejemplo la cobertura de la salud, o protección por desempleo. En condiciones de elevadas tasas de desocupación y de subocupación se produce una presión hacia la baja del salario y al deterioro de las condiciones del trabajo.
En la celda 3 las formas de subcontratación (subordinación e independencia), como por ejemplo; las cosechas agrícolas, las actividades de estiba en los mercados, y en el transporte o la subcontratación en la construcción. La doble dependencia del trabajador que desarrolla sus actividades y se somete a sus normas en un establecimiento que no es parte de la empresa que lo contrata corresponde a una situación que tiende a extenderse a múltiples sectores productivos, o como resultado de la tercerización de las actividades consideradas auxiliares.
El personal subcontratado no posee las mismas garantías de ingresos, continuidad laboral y protección que el personal directamente contratado por la empresa. Existe por lo tanto otra distinción: un núcleo estable de trabajadores directamente contratado por la empresa, y una parte del personal subcontratado por otras empresas mediante contratos precarios.
En la celda 4 encontramos la prestación de servicios (autonomía e independencia), carácter comercial que adquiere la relación entre el trabajador individual y el cliente para el cual realiza el trabajo. Se trata de una venta de servicios y no de un contrato laboral que desemboca en una creciente mercantilización de las relaciones sociales. Los conflictos entre las partes no se dirimen en el ámbito del derecho laboral. Modalidades como el trabajo por cuenta propia. De la misma manera que en el caso de la celda 3, el efecto de este tipo de contrato, tiende a generalizar las relaciones características de la economía informal. La informalidad es parte constitutiva de la relación con la empresa formal.
Celda 2 (dependencia y autonomía), empleado que posee equipos y/o instalaciones propios para producir, formas de organización en las cuales el trabajo se realiza fuera del control y la supervisión directa del empleador, por ejemplo; trabajo dependiente a domicilio (confección, etc.). Tareas que, al no ser directamente supervisadas, son evaluadas por sus resultados, otros ejemplos el transporte y la distribución.
Para resumir, una clasificación sencilla como la presentada permite destacar; 1ro, el trabajo asalariado pierde peso en relación con las otras formas organizativas y contractuales. 2do, dentro de él crece el trabajo precario en desmedro del estable, con lo cual la mano de obra tiende a volverse más heterogénea y segmentada. 3ro, el trabajo es cada vez más trabajo y menos empleo. 4to, se debilitan las condiciones que daban lugar a la carrera ocupacional, basada en ascensos. 5to, la incertidumbre se instala como la mayor amenaza al trabajador. Y la precarización e informalización del trabajo actúan en contra de la seguridad social y la atención de la salud con el empleo y el salario.
Cuanto más profundas han sido en una sociedad las transformaciones de la estructura productiva y cuanto mayor la incorporación de tecnologías, más importantes han sido los impactos sobre el empleo.

2.2.2 Uruguay: una primera aproximación a la dinámica del empleo:

2.2.2.1 La tendencia del desempleo:

Se define como desocupados a los individuos cesantes que han perdido su empleo y no han logrado encontrar otro a pesar de buscarlo, a quienes buscan trabajo por 1era vez y a los desocupados que están bajo el régimen de seguro de paro y reciben por ello un subsidio estatal. Como categoría adicional de desocupados encontramos a los trabajadores desalentados: aquellos individuos que no trabajan ni buscan trabajo porque no lo han encontrado pese a buscarlo, y por lo tanto, dejaron de hacerlo.
En la subocupación, encontramos 2 categorías adicionales medidas respectivamente por el número de horas trabajadas y los ingresos percibidos.
De 1991 a 1997 el desempleo ha crecido sistemáticamente y ha cambiado su composición: crece la importancia relativa de los adultos cesantes y de los jefes de hogar. Tanto las tendencias como la composición del desempleo, que ahora tiende a afectar más a la fuerza de trabajo primaria, implican una severa involución de la Estructura de Oportunidades.

2.2.2.2 Precarización del empleo:

La precarización del empleo proviene de los cambios en el empleo tradicional asalariado, que se transforma por la perdida de la cobertura de ciertos beneficios y protecciones y por el carácter inestable y discontinuo que adquiere el empleo. El origen de estos cambios no se encuentra exclusivamente en esta categoría de trabajadores. También el avance de nuevas formas de contratación y subcontratación, así como de la categoría de prestación de servicios y el crecimiento del empleo con autonomía y dependencia, se suman a los efectos de los trabajadores asalariados.
Uruguay, a diferencia de otros países latinoamericanos, se ha destacado por tener una relativamente alta cobertura de los trabajadores independientes (por ejemplo; empresas unipersonales), lo que tiende a atenuar el impacto de la precarización.
El rasgo distintivo del crecimiento de la informalidad es que más de la mitad de su incremento se hace sin agregar limitaciones.
Si se comparan las tendencias de la precarización con las del desempleo, corren en el mismo sentido. La precarización experimenta, durante la mayor parte de los 90, un crecimiento moderado, localizado sobre todo en el sector informal.
La precarización corresponde al tipo de empleo que pierde diversas formas de beneficios sociales y cobertura de la seguridad social.
La cobertura de la salud (DISSE), presenta diferente comportamiento según las categorías de empleo. En los asalariados ocupados del sector privado, la cobertura se mantiene estable, en tanto crece ligeramente en los trabajadores por cuenta propia y servicio domestico, y se reduce en la categoría de patrones. Todos los ocupados, un porcentaje creciente de estos declara buscar empleo porque el que tiene no es estable.
Solamente una ¼ parte del servicio domestico estaba cubierto por la seguridad social en 1998.
La precariedad incluye a los ocupados sin cobertura, a los trabajadores familiares sin remuneración y a los ocupados que declaran buscar empleo por que el que tienen es inestable. La precariedad tiende a concentrarse en el 40% inferior de la distribución.
Los estudios sobre la porción del ingresos familiar correspondiente al aporte de los jóvenes han mostrado que, de no mediar este ingreso, muchos hogares caerían bajo la línea de pobreza.
1. el grado de precarización de los jefes de hogar es menor que el de toda la población ocupada y mucho menor que el de los jóvenes entre 14 y 24 años; 2.las tendencias en el periodo registran un ligero incremento de la precarización de los jefes y una disminución entre los jóvenes; y 3. La precarización de los jefes tiende a concentrarse en los quintiles más bajos (en las personas más pobres).
No solo son afectadas por este proceso las ocupaciones inferiores, sin calificación y con bajas remuneraciones, sino también las ocupaciones típicas de clase media, entre los que se encuentran individuos de niveles educativos y de calificación elevados.
La elevada precarización de la población joven, sumado a las elevadas tasas de desocupación, pone en evidencia la crítica situación de la juventud en cuanto a su ingreso en el mercado de trabajo.




2.2.2.3 Exclusión y Precarización laboral:
Precarización y desocupación en una medida única. Así estudiamos la exclusión del mercado laboral conjuntamente con la inestabilidad y la carencia de cobertura del empleo. Aprox. una quinta parte de los jefes de hogar presentan en 1998 problemas de inserción laboral, ya sea porque están temporalmente excluidos del mercado de trabajo o bien por que tienen empleos inestables o no cubiertos.
Poco más de la mitad de los jóvenes declara estar desocupados o tener empleos precarios en 1998.

2.2.2.4 Otros indicios de Precarización del empleo:
Los resultados analizados entre el 91 y 98 sugieren una caída relativa de la cobertura del pago del aguinaldo que se manifiesta en el primer semestre y permanece estable en el 2do semestre del año. En cuanto al salario vacacional, la reducción del beneficio es de mayor magnitud que en el caso del aguinaldo.

2.2.2.5 Impacto agregado de las transformaciones en el empleo a escala de los hogares:
El análisis de la incidencia de la precariedad y del empleo a escala individual no dice nada sobre los impactos a escala de los hogares.
La Vulnerabilidad de los hogares depende, entre otros factores, de la calidad de los empleos de los miembros.
Cuanto más bajo el nivel económico del hogar, más crece la precarización en el conjunto de empleos de sus miembros. Si algo caracteriza el proceso de precarización del empleo, ello ha sido que abarca en la práctica tanto a los quintiles más bajos como a los más altos. En 1991, de la totalidad de trabajadores en condiciones de desocupación o precariedad, un 47% pertenece a hogares que tienen más de un 50% de trabajadores con algunas de esas 2 condiciones. Esta proporción asciende en 1998. Son los hogares del 2do, 4to, y 5to quintiles los que concentran más la precarización y desocupación.
Existen 2 modalidades de precarización; 1, sectores urbanos populares y de los pobres, que implica deterioro de la calidad del trabajo; y 2, sectores medios y medios altos, asociada a trabajo no asalariado, independiente, cuenta propia, subcontratación de nivel profesional o cierto tipo de empresas familiares.

2.2.2.6 Precariedad y Desempleo según el nivel educativo:
Creciente precarización y nivel de desempleo cuanto más bajo es el nivel educativo. Tanto el desempleo como la precarización crecen más entre los de menor educación (menos de 9 años de educación aprobados), aunque el desempleo crece también de manera importante entre los individuos de educación media.

2.2.3 Síntesis:

El análisis de la evolución del trabajo, permite establecer una serie de conclusiones, para comprender las transformaciones de la Estructura de Oportunidades. Como primera conclusión en lo relativo al empobrecimiento de las opciones laborales, estas conducen a una creciente desafiliación institucional en el mercado de trabajo. La precarización del trabajo es una de estas manifestaciones que se expresa con más intensidad en los hogares e individuos de los sectores más pobres, el 1er quintil de la distribución de ingresos. La precarización en los deciles intermedios y altos de la distribución del ingreso tiene una naturaleza diferente y no se ajusta, a la noción de desafiliación institucional. Más bien, como lo muestra la relación entre precarización y nivel educativo para el nivel educativo más alto, cabe la hipótesis de una precarización (o informalidad) característica de nuevas formas contractuales que alcanzan a los profesionales.
La 2da expresión de desafiliación institucional es el desempleo, que llegó a una tasa del 16% en el 2001. El desempleo creció en todos los deciles, pero en especial en los niveles bajos y medios, con la particularidad de que crece también en todos los niveles educativos salvo en los más elevados, que comprende un número reducido de personas.
A diferencia de la mayor parte de la región, que ha tenido históricamente elevados niveles de exclusión del mercado de trabajo, en el Uruguay el avance de la precarización y el desempleo constituye un proceso que, modela un núcleo duro de extrema marginalidad y exclusión.

2.3 CAMBIO SOCIAL, POBREZA Y EDUCACIÓN:

A diferencia de los indicadores de desigualdad, la pobreza y la indigencia, y la expansión del sistema educativa en Uruguay, presentan signos positivos.

2.3.1 Expansión del Sistema Educativo:
El abandono temprano de los estudios, ha pasado a ser el principal problema en la enseñanza media, desplazando el del acceso educativo.
El capital humano, sobre todo en los sectores sociales más bajos, mejora la capacidad de desempeño en el mercado de trabajo, y da otros beneficios menos tangibles relativos a la adquisición de ciertos códigos. La CEPAL se ha encargado de demostrar que la calidad de las ocupaciones y de los ingresos para jóvenes con el mismo nivel educativo pero diferente capital educativo de la familia no son iguales. Se atribuye tales diferencias a; 1, la calidad y contactos que se asocian al capital educativo del hogar para la obtención de mejores retornos económicos; 2, otra interpretación subraya la calidad de la educación recibida (clase de establecimiento).

2.3.2 Incidencia de la Pobreza:
La evolución de la pobreza y de la indigencia guarda paralelismo con el comportamiento de la desigualdad medida por ingresos de los hogares.
De hecho, la pobreza y la indigencia son una manifestación de la desigualdad social.

2.4 LOS CAMBIOS DEMOGRÁFICOS:

2.4.1 Acerca de la ventana de oportunidades demográficas:
En los 90 encontramos patrones demográficos tales como las bajas tasas de fecundidad, natalidad y mortalidad, y un envejecimiento relativo de la población.
Desde el punto de vista de la Estructura de Oportunidades, Uruguay se encuentra en una situación de desventaja, respecto a las tasas de dependencia de la población.
Se puede distinguir entre una etapa temprana, de elevada dependencia, y otra tardía (niños y ancianos). El periodo de distensión, denominado ventana demográfica de oportunidades (si el periodo se grafica en forma de U la ventana seria la parte de abajo, el centro). La ventana representa una oportunidad porque, cuanto más alta es la proporción de miembros de los hogares en edad económicamente activa, mayor puede ser la inversión en los hijos, mayor es el ahorro para el retiro y mejor la atención a la salud. Se estima que para el 2020 se cierre la ventana demográfica de oportunidades para Uruguay. Importa mostrar que el horizonte de oportunidades, en Uruguay, se ubica entre los primeros que se cierra en el corto plazo, mientras que la mayor parte de los países de la región tienen un largo camino que andar. Los signos del crecimiento de la dependencia tardía, debido al envejecimiento de la población, ya se manifestaron de manera critica a partir de finales de la década del 60, momento desde el cual los sistemas de seguridad social comenzaron a operar en condiciones de crisis.

2.4.2. Demografía y movilidad social:
La expansión general de la estructura económica y social fue considerada el factor de mayor incidencia en el cambio de la estructura de oportunidades.
Sin embargo, en las primeras etapas de la industrialización en los Estados Unidos, la movilidad inducida por efectos demográficos y migratorios fue más importante que los cambios estructurales.

2.4.2.1 El efecto demográfico sobre el sistema educativo:

La reducción relativa de la población en edades jóvenes favorece una mejor ecuación entre el gasto y la demanda en el sistema educativo. En Uruguay hace algunas décadas, hasta el punto de que durante los años noventa el sistema educativo prácticamente alcanzó la cobertura universal de la enseñanza primaria. En ese contexto, los esfuerzos adicionales deberían orientarse a universalizar la matricula en la enseñanza media. Además de los recursos volcados a la expansión de una educación preescolar tradicionalmente postergada, la política educativa pudo concentrarse en el mejoramiento de la calidad de la educación contribuyendo a incrementar los activos en capital humano.

2.4.2.2 Familia y transición:

La familia es la institución social primordial de la sociedad. En un estudio realizado hasta el año 94, se registro un deterioro de la organización familiar, dado sobre todo por el carácter crecientemente inestable y monoparental de las unidades y el incremento del número de individuos que viven solos en hogares de tipo unipersonal.
Cambios en la composición de la familia: 1- creciente número de hogares monoparentales a cargo de jefas de familia, 2- crisis de la institución matrimonial o caída del número de matrimonios, del espectacular crecimiento de los divorcios, y 3- de la proliferación de uniones inestables de tipo consensual o libre.
Todo esto da lugar a la perdida de ciertos activos que pertenecen al capital social.
Los hogares biparentales, estables y con un vinculo legal entre los cónyuges, mostraron regularmente una clara ventaja en variables de desempeño escolar de sus hijos.

2.5 Segmentación y heterogeneidad residencial:

En esta sección, el análisis se limita a Montevideo. La comunidad puede ser vista como otro ámbito en el que se desarrollan, cambian y se abren o se cierran estructuras de oportunidades, a la par, por ejemplo, de las esferas económica o familiar. El barrio de residencia es un ámbito en el cual se generan redes, se intercambian bienes como información e influencia, y se generan relaciones y normas de reciprocidad informales en el sentido de lazos fuertes de capital social. Se pueden distinguir dos tipos polares de relaciones y contacto informal. Una relación establecida entre individuos iguales. Y otra seria las relaciones de lazos débiles entre diferentes. El ejemplo más sencillo del primer tipo son las relaciones de parentesco y amistad, también se pueden agregar las relaciones dentro de la comunidad, las interacciones de los individuos de nivel socioeconómico bajo corresponden típicamente a esta forma de interacción.
Las redes débiles corresponden a sectores de nivel socioeconómico alto. Los individuos de nivel educativo alto, presentan condiciones más favorables para insertarse en redes a través del trabajo o del propio sistema educativo, y se puede acceder a pares influyentes. En cambio personas de nivel bajo carecen de ventajas relativas en la medida en que las redes son más densas y que no agregan nada al individuo en materia de información, contactos e influencia. En las comunidades pobres es poco probable que se encuentren contactos que promuevan la movilidad social. Existe un grado importante de aislamiento. Estudios realizados sobre la segregación residencial en Montevideo han registrado que crece la diferenciación entre barrios y disminuye la heterogeneidad intrabarrios. La segmentación es fruto de dos tipos de procesos; 1. Segmentación que proviene de los movimientos de población inducida por migración, la composición de los barrios se hace más igual porque los individuos con estatus más alto selectivamente emigran, desde los barrios de nivel más bajo a los barrios de nivel más alto. 2. La segmentación también depende de la concentración o redistribución del estatus. Por ejemplo, un proceso de concentración del ingreso es probable que haga más pobres a los barrios pobres y más ricos a los barrios ricos. El efecto migratorio parece tener menos posibilidad de revertirse, los impactos de la redistribución pueden ser coyunturales (combinación de otros factores). La segmentación más baja se registra con el indicador educativo, por la menor homogeneidad de los barrios y por lo tanto, una menor segmentación. El indicador ocupacional, es más próximo a la dimensión educativa, por ser altamente dependiente de la estructura productiva.

3 EL PORTAFOLIO DE ACTIVOS FAMILIARES:

3.1 Demarcación del estudio:

La exclusión y la marginalización son el resultado de la vulnerabilidad dadas por las carencias de ciertos activos básicos o por la acumulación de pasivos.
La desafiliación es un proceso de aislamiento de los individuos o de los hogares respecto de las instituciones básicas de la sociedad. La desafiliación es la segmentación social manifestada sobre todo en el plano residencial, en la esfera educativa y en el mercado de trabajo. La sociedad uruguaya se caracterizó por un elevado índice de capital social asentado en patrones de estratificación más igualitarios. Patrones de relaciones sociales de este tipo, con una elevada densidad de capital social, parecen sobrevivir hoy en pocas localidades del país, mientras se expanden procesos de segmentación y exclusión social. Por ejemplo; en Rosario se da la vigencia de ciertas formas de protección social que se movilizan ante el proceso de cierre sucesivo de una serie de empresas industriales. Estrategia de sobrevivencia que se basa en la movilización de diversas clases de activos de capital social, activos provenientes de redes familiares, activos que también provenientes de relaciones con la comunidad, activos que se generan en torno a relaciones laborales.
La ciudad de Rosario evidencia también una elevada densidad de capital social que se expresa en la confianza entre sus miembros. La confianza se manifiesta en que la inseguridad ciudadana es baja. Existe cierto tipo de moral economy en la sociedad, la evidencia de bajas distancias sociales y la interacción entre diferentes en los ámbitos de la vida publica.
El número elevado de hijos, la maternidad precoz y la inseguridad respecto de la vivienda son 3 de las condiciones (independientemente del empleo) que, al condensarse en pasivos, conducen hacia senderos de pobreza. La vulnerabilidad de los hogares, se da principalmente por la precariedad crónica del empleo de los jefes de hogar. Estos trabajan en actividades inestables e informales, desempeñándose como peones de la construcción, formando parte de cuadrillas de carga y descarga, como feriantes, realizando changas de diverso tipo y como hurgadores. Se trata sobre todo de familias en la etapa joven del ciclo de vida, con un elevado número de dependientes menores.
El capital social comunitario, es escaso o nulo en un contexto de violencia y enfrentamientos entre vecinos, y de un alto grado de inseguridad ciudadana.
La pobreza de activos producida por la falta de incorporación de los individuos a redes derivadas del trabajo, de la empresa formal, indica la baja calidad de los contactos, de la información y de la influencia que circulan en este tipo de redes que se desarrolla entre iguales.

4. Consideraciones finales:
El estudio sobre Uruguay evidencia un proceso de deterioro de la calidad de vida y de las condiciones de bienestar que caracterizaron al país en el pasado.
El proceso de involución del país durante la década se identifica con los problemas de integración social y de una exclusión creciente que no ha sido un rasgo característico del país, pero que comenzó a incrementarse antes del período analizado.
Las transformaciones fundamentales que están en la base de este proceso de inflexión, se caracterizan por 3 elementos, por una parte, el resentimiento de la estructura de oportunidades en el plano del empleo; precarización, insuficiencia de la generación de empleo, desempleo, baja calidad de empleo generado, cambios en la legislación, flexibilización laboral, 2do, el avance de actitudes y comportamientos en materia demográfica, y en especial formas de estructura y organización de la familia, entre otros aspectos; el incremento de la tasa de divorcio, el crecimiento de la familia monoparental, la ilegitimidad de los hijos, etc., 3ro, la progresiva segmentación de la sociedad en los planos residencial, educativo y laboral.

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